Inglaterra es el país de los amantes del té, de los trenes, de los perros, del fútbol, del punk, de la jardinería, de los gnomos de jardín, un país lleno de aspirantes a famosos, de chefs estrella, de temerarios corredores de bolsa, de colombófilos y de pesados aficionados al críquet. Para la mayoría, es el lugar más excéntrico, extraordinario e igualmente incomprensible de la tierra.